lunes, 21 de marzo de 2011

Nunca es tarde


"Nunca es tarde para ser quien hubieras podido ser" George Ernst
"La edad es solo una percepción. "Soy muy viejo para cambiar" es una defensa que muchos usan para evitar ingresar en la vulnerabilidad generada por los cambios. Cambiar nos pone nerviosos, nos hace sentir inseguros. Pero, en realidad, lo que nos vuelve miserables es resistir el cambio, y no el cambio en sí mismo. Elegir cambiar, como un curso de acción deliberado, nos hace sentir poderosos y vivos."Me gustaría reorganizar la casa, pero no tengo tiempo ni energía", afirmamos, ignorando el drenaje de tiempo y energía producido mediante nuestra resistencia al cambio. "Me gustaría cambiar de trabajo, pero estoy muy viejo para el mercado", decimos, y con ello evitamos el esfuerzo que es necesario realizar para comprobar si no hay una mejor posición para nosotros." Julia Cameron, El camino del artista en acción.

Evidentemente, vivimos en un momento histórico en el que a veces un cambio drástico en la vida lo sentimos muy peligroso, no hay trabajo, hay que pagar facturas, debemos dienro al banco... pero hay muchas cosas en nuestra vida que está en nosotros el cambiarlas. El problema es que nos da miedo. Miedo de lo que pasará, de los cambios que se produciran, de lo que pensaran los demás...
Yo lo veo como un gran precipio, me encuentro en el borde y no me atrevo a dar un paso más, da vértigo, se forma un nudo en el corazón y los pies no se mueven del suelo. En esa posición he estado durante meses. No tenía más remedio, tenía que dar el paso, hacia atrás no podía ir. Di el paso, puse un pie en el aire y el otro lo siguió. Todavía no sé si me estrellaré contra el fondo o lograré salir volando, pero me siento bien, muy bien, más segura, más libre...Podré caer, pero sentiré que al menos lo he intentado.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Perseguir los sueños

El que se atreve a tener un proyecto en la vida, quien tiene el valor
para dejarlo todo y vivir su leyenda personal, acabará logrando su objetivo.
Lo importante es mantener el fuego en el corazón, y tener resistencia para superar los momentos
difíciles. Recuerden: el deseo que alberga nuestra alma no surgió de la nada, alguien lo puso allí.
Y este alguien, que es puro amor y solo quiere nuestra felicidad, lo hizo únicamente porque, junto a ese deseo, nos dio los medios para verlo cumplido.

La subida arriesgada
Durante una tempestad, el peregrino llega a un albergue, y el dueño le pregunta adónde se dirige.
–Voy a las montañas –responde.
–Olvídelo –dice el dueño–. Es una subida peligrosa, y el tiempo no acompaña.
–Iré de todas formas –responde el peregrino–. Si mi corazón ya
ha llegado allí, no será difícil que este cuerpo lo siga.

¿Cuál es el precio?
–¿El precio de vivir un sueño es mucho mayor que el de vivir sin arriesgarse a soñar? –preguntó el discípulo.
El maestro lo llevó a una tienda de ropa. Allí, le pidió que se probase un traje que era exactamente de su talla. El discípulo obedeció, y se quedó maravillado con la calidad de la ropa.
A continuación, el maestro le pidió que se probase el mismo traje, pero de una talla mucho
mayor a la suya. Y el discípulo así lo hizo.
–Este no sirve. Me queda demasiado grande.
–¿Cuánto cuestan estos trajes?
–le preguntó el maestro al vendedor.
–Los dos tienen el mismo precio. Solo se diferencian en la talla.
A la salida de la tienda, el maestro le comentó a su discípulo:
–Vivir el sueño y abandonar el sueño también tienen el mismo precio, muy caro en ambos casos,
generalmente. Pero la primera actitud nos lleva a comulgar con el milagro de la vida, mientras
que la segunda no nos sirve para nada.

La búsqueda del camino
–Estoy dispuesto a dejarlo todo. Por favor, admítame como discípulo.
–¿Cómo elige un hombre su
camino?
–Por el sacrificio. Un camino que exige sacrificio es un camino verdadero.
El abad tropezó contra una estantería. Un jarrón rarísimo cayó desde lo alto, y el joven se tiró
al suelo para agarrarlo. Cayó de mala manera y se rompió un brazo, pero consiguió salvar el
jarrón.
–¿Cuál es mayor sacrificio: ver cómo revienta el jarrón contra el suelo o romperse un brazo para
salvarlo?
–No sé.
–En ese caso, no intentes orientar tu elección por el sacrificio. El camino se elige por nuestra capacidad para comprometernos con cada paso que damos mientras lo recorremos.

Paulo Coelho
http://www.ultimahora.com/adjuntos/imagenes/000/179/0000179443.pdf

martes, 8 de marzo de 2011

Felicidades por ser quien eres

Hoy es el día que se recuerda las miles de cosas que todavía quedan por hacer para mejorar la situación de las mujeres en el mundo. Hoy es día de reflexión y de ideas nuevas para que el día a día de cada mujer en el planeta sea justo e igualitario. Se hablará de grandes tropelías e injusticias a lo largo del planeta, se recordarán todas las barbaridades que se han cometido y se cometen contra la mujer a lo largo de la historia. Desde aquí queremos dar las GRACIAS a todas aquellas personas que trabajan día a día por un mundo más justo e igualitario para la mujer.

Hoy también es tú día. El día de hoy recuerda que tú también eres mujer y qué significa eso para ti. Estás bombardeada por todo tipo de ideas sobre lo que es ser una mujer, cómo tiene que comportarse, vestirse, maquillarse e incluso cómo pensar. A lo largo de tu vida has ido recibiendo una serie de instrucciones de cómo debes ser. Al igual que todas las demás, las has aceptado y el no cumplimiento de esas normas te hace sentir mal, fuera de lugar.

Hoy en día la imagen de una mujer perfecta es joven, exitosa, capaz de hacer dos o tres cosas a la vez, tener hijos y tener tiempo para cuidarlos, a la vez que busca tiempo para estar con su marido y todo ello con una gran sonrisa en la cara y perfectamente vestida y maquillada a la última. ¿No sientes que algo falla? ¿No piensas que toda esta imagen no va contigo? Seguir todos esos consejos de una vida perfecta cansa, debilita, te hace sentir mal, no eres estupenda. Te miras al espejo y te comparas con la mujer perfecta y ¿qué ves?: no tienes el peso ideal, tu pelo no brilla como en los anuncio y es lo contrario de lo que te gustaría, tienes poros en la cara, no vistes una 36 ni aunque te matases de hambre, casi no tienes tiempo para nada y menos para ti misma, y, quizás ya no eres tan joven.

¿Te cuento un secreto?: ¡NO ERES ESA IMAGEN! ¡Y no tienes por qué serlo! Tú eres única en el mundo, un ser precioso que hay que cuidar y estaría bien que empezases por amarte tú. No hay otra persona como tú en el mundo, ¿Por qué tendrías que compararte con nadie? Tienes todo lo que necesitas en ti misma para ser feliz. Seas como seas está bien. Sí, si, no tienes que ser perfecta…sólo tienes que amar lo que eres y cómo eres, a pesar de lo que digan por ahí.

Foto asociación Mujeres Imperfectas