jueves, 23 de diciembre de 2010

¡¡Feliz Navidad y Felices Fiestas!!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Carta




Bilbao, 1 de diciembre de 2010

Hola tío:

El día 17 de noviembre hizo ya cinco años desde que nos dijeron que no habías vuelto a casa a dormir. Ya sabes cómo son las fechs señalas, magnifican las emociones, sobretodo la nostalgia. Me pasé el día pensando en las cosas que habían sucedido desde entonces, cuando me dí cuenta de que tú no sabías nada de Psikolausen.

Recuerdo lo orgulloso que estabas cuando terminé la carrera de psicología, así que pensé que te gustaría saber que soy la vicepresidenta de una asociación que se creó, debido al hecho de que tú habías desaparecido. Esa asociación se llama Psikolausen.

Se gestó después de unas jornadas que se hicieron en Arrigorriaga en 2006 y cuyo tema eran los desaparecidos. Mi madre, la abuela y yo nos acercamos hasta allí con la esperanza de encontrar, no sé, quizá alguna ayuda, del tipo que fuera, en aquellos momentos tan dolorosos. ¡No te puedes imaginar la soledad que se siente cuando uno de tus seres queridos ha desaparecido y a nadie parece importarle!

Después de las jornadas, me puse en contacto con la psicóloga que había intervenido en una de las mesas. En aquella charla hablamos de la poca ayuda psicológica que se ofrecía a personas o familias como la nuestra, en la que una vez pasado el tiempo desde la desaparición nos vamos encontrando más solos y con menos apoyos, si cabe. Fue en esa conversación en la que pusimos la primera semilla de lo que más tarde se convertiría en una asociación.

Un tiempo después, y con la ayuda de otras tres psicólogas emprendimos la aventura de crear Psikolausen, ¡y menuda aventura! Nunca pensé que fuese tan complicado: elegir el nombre, los estatutos, las firmas, los proyectos… ¡buf! Realmente nos costó, pero finalmente Psikolausen quedó inscrita en el Registro en 2007.

Comenzamos a andar: un poco de publicidad, la creación de un blog, los primeros impresos de subvenciones… ¡otro “problemón” las subvenciones…! Si nos pareció difícil confeccionar los estatutos, no te quiero contar cómo fue pedir las subvenciones…

Llegaron los primeros usuarios/as y los primeros socios/as. Hasta aquí las buenas noticias. Han pasado tres años desde que formamos Psikolausen y no acaba de despegar. Estoy triste. Me da pena que aquello que empezamos con tanta ilusión se quede en un bonito sueño.

Nuestra idea era crear un lugar para acoger a todo el mundo que hubiese tenido una pérdida. Daba igual el tipo, por desaparición, por muerte, enfermedad, pérdida del trabajo…Cuando te ocurren estas cosas puedes llegar a encontrarte muy solo/a, a veces no logras expresarte porque no te sale, o por que en la familia no se habla de eso, o porque te haces el/la fuerte o porque duele demasiado… pero si tienes un lugar al que acudir, un espacio en el que sentirte acogido/a, en el que puedes expresar con libertad sin sentirte juzgado/a y en el que recibir la ayuda que necesitas, puedes ver la vida de otra manera, la luz al final del túnel, no te sientes solo/a y puedes superar el duelo de la forma más sana…

Pero el sueño se está acabando ¿verdad que es una pena? Necesitamos ayuda, necesitamos personas que nos apoyen para salir de este bache. Siempre pensé que el proyecto saldría delante de una forma más fácil, pero nunca que llegaría a morirse por el camino. Muchas veces comentamos entre nosotras si habrá gente que pueda ayudarnos. Mis compañeras opinan que la gente no trabaja gratis para rellenar subvenciones y cosas así, yo les contesto que nosotras lo estamos haciendo.

No sé… ¡necesitamos tantas cosas! Dinero, socios/as, subvenciones, alguien que entienda de contabilidad…No sé…

De todas formas, aún tengo un poquito de esperanza, ja ja ja Esto es tan necesario que me niego a creer que se vaya a acabar. En fin, ya te contaré qué es lo que pasa.

No sé cómo despedirme de ti, tío, en esta carta. Un hasta luego no me basta, es mucho tiempo. Todavía tengo muchas cosas que quisiera contarte, ojala lo pudiese hacer en persona. Te echo de menos, quién lo iba a decir, ¿eh?

Sólo te diré que espero verte pronto.

Te quiero

Noticia del Periódico El Mundo





El día 5 de septiembre se publicó esta noticia en el diario El Mundo. En ella se puede leer una entrevista a tres mujeres que viven la desaparición de un ser querido, un drama compartido. El dolor se asoma en cada línea.
Si pichais dos veces en la foto podeis ampliarla. En el caso de que no la veais bien y quereis leerla enviadnos un email a psikolausen@yahoo.es y os enviaremos la entrevista. Os aseguramos que merece la pena leerla


9 de marzo Día de las personas desaparecidas sin causa aparente.





Hace unos dos años se recogieron firmas por todo el país, por iniciativa de la asociación InterSos, para que el día 9 de marzo se conociera como el Día de las personas desaparecidas sin causa aprente. Muchas gracias a todas las personas que nos apoyaron con suu firma.
La foto anterior pertenece al diario de sesiones del Congreso de los Diputados. Transcribo lo que pone:

Diario de sesiones del Congreso de los Diputados.
Sesión plenaria núm. 191 celebrada el miércoles 10 de noviembre de 2010.
Declaración Institucional. (número de expediente 140/000033.)

El señor PRESIDENTE: Señor´çias, el Congreso de los Diputados quiere llamar la atención de los españoles y de las instituciones acerca de un problema grave, el de los miles de personas desaparecidas sin un motivo aparente. Aunque no es habitual realizar declaraciones como la presente en el seno de una sesión plenaria, el Congreso quiere hacer una excepción para mostrar su apoyo unánime, el de todos los portavoces de la Junta de Portavoces, el de todos los miembros de la Comisión de Interior y el de todas sus señorías para con las familias que padecen estas drmáticas situaciones y mostrar su aliento institucional también a las fuerzas policiales encargadas de prevenir, de investigar y de resolverlas. Los diputados somos conscientes de que el dolor, la angustia y la incertidumbre de los familiares de personas desaparecidas exige nuestra solidaridad, apoyo eficaz y difundir socialmente este problema. Por ello, propongo al Congreso que acuerde declarar el día 9 de marzo como el Día de las personas desaparecidas sin causa aparente. ¿lo aprueba así el Congreso? (Asentimiento.) Queda aprobada. (Aplausos.)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Guía para familiares en duelo por la muerte de un ser querido

Hemos encontrado esta estupenda guía en la página web del Institut Català d'Oncologia. Es muy sencilla de leer y puede resolver muchas dudas, como por ejemplo qué hacer a la hora de acompañar a una persona que está en duelo, o cómo reaccionamos en función de nuestra edad. O
s animamos a que la leáis ya que tener estos conocimientos podrá ayudar en el futuro. Encontrareis la guía pinchando en este enlace:

Guía para familiares en duelo

Si tenéis algún problema con el enlace anterior, la página web del Institut Català d'Oncologia es www.iconcologia.net

Institut Català d'Oncologia

martes, 14 de septiembre de 2010

viernes, 9 de julio de 2010

Estar presente



"Escucha y serás sabio: el comienzo de la sabiduría es el silencio" (Pitágoras)

El conocimiento de nosotros mismos comienza en el silencio. En el silencio interior. Dejar de lado las cien mil cosas que nos interrumpen, que provienen del interior y del exterior, y escucharnos. Estar presente cada segundo de vida para poder saber cómo estamos y qué es lo que necesitamos.
Observarnos por dentro, como está nuestro cuerpo y nuestra mente, ¿tenemos tensiones? ¿Cómo respiramos? ¿Nuestra respiración es entrecortada y poco profunda? ¿Cómo reaccionamos en cada una de las experiencias de nuestra vida? ¿Qué pasa en nuestro cuerpo y nuestra mente cuando nos comemos una fruta, por ejemplo? ¿La has saboreado alguna vez con todos los sentidos? Prueba…
Esto es algo que podemos hacer siempre, hagamos lo que hagamos, en el trabajo, en casa, en una conversación, enfadados, contentos, con los amigos, con tu pareja…, sólo tenemos que mirar hacia adentro para descubrir cosas nuevas sobre nosotros cada día, a la vez que nos vamos conociendo mejor. Parar unos segundos y observarnos.

martes, 6 de julio de 2010

El tabú de la muerte en el entorno familiar de los niños

Inteligencia Emocional


En el mundo mueren 105 personas cada minuto… ¡Cuánto dolor! Y mayor es el dolor cuanto menor sea la apertura a esta experiencia. Hoy la muerte es el gran tabú de nuestro mundo. ¡No sabemos ni siquiera cómo enfocar el tema! Y la realidad es que si profundizáramos aunque sólo fuera un poquitín más en esta realidad, multiplicaríamos la intensidad de nuestra vida y la de los niños.

Afrontar la muerte para incorporarla a nuestra vida nos hace vivir con más intensidad, con más sensibilidad, con más belleza… qué curioso ¿no? La muerte da valor a la vida, a lo que hacemos, a lo que somos… invita al amor. Y nosotros nos empeñamos en evitar esta sensación, para nosotros adultos y más aún para nuestros hijos creyendo protegerles.
Los niños de entre 3 y 9 años viven la muerte como la viven sus padres. Unos padres bloqueados por la muerte, dejarán en sus hijos esa huella, aunque no hablen de ello. Los niños lo aprenden como por ósmosis. Este contexto debería revisarse, por la salud de todos. Pero en cualquier caso, cuando un niño pregunta acerca de la muerte, cuando saca el tema, cuando un día hablando del abuelito pregunta si no lo va a volver a ver hay que darles una respuesta sincera, la que nosotros creamos verdadera (si sienten que no se les dice la verdad, se asustarán y se imaginarán lo peor). No debemos adelantarnos en el ofrecimiento de datos, pero tampoco negarle información -desde su óptica, no desde la del adulto-. Lo que ocurre es que a menudo en este contexto hay un desfase: que el niño pregunta y que el adulto aún no tiene clara su postura frente a la muerte… y frente a la vida.


Se puede recurrir al extravío de un peluche o de un juguete para cultivar actitudes para una vida más consciente (imagen: usuario de Flickr)

Dice el profesor de educación Agustín de la Herrán: “la cultura que no valora la muerte, no valora la vida (…) y el tabú que envuelve este tema se refleja ineludiblemente en la educación como si así estuviéramos protegiendo a los niños/as cuando lo que realmente estamos haciendo es impedir que se vayan enfrentando “a pequeñas dosis” a las situaciones difíciles o críticas por las Se puede recurrir al extravío de un peluche o de un juguete para cultivar actitudes para una vida más consciente que, ineludiblemente, todos pasamos más tarde o más temprano. Llevar esto a la educación no es nada más que facilitar el espacio para que los alumnos expresen en momentos de sufrimiento, dolor o fracaso”.
Este puede ser un buen momento para retomar la tarea.

P.D. Cinco apoyos para hablar de la muerte con los niños:
En la vida cotidiana pueden darse (o provocarse) situaciones que ayuden a ir cultivando actitudes para una vida (y una muerte) más consciente (hay quien dice que uno muere como vive…). Ponemos aquí unos ejemplos prácticos.
-Ciclos vitales a partir de semillas: cultivar con ayuda del niño una planta de temporada, explicitando sus ciclos vitales.
-Pérdidas parciales: el extravío de un peluche, un juguete, cambio de casa en los mayores…
-El paso del tiempo: visitar unas ruinas o un yacimiento arqueológico…
-El cine: ver juntos El rey león reforzando que en la película se ofrece la confianza como un desenlace (tras desarrollar la independencia y la búsqueda de la felicidad, entre otros)
-Experimentos: quien crea en la vida después de la muerte, puede utilizar el agua/cubitos de hielo/agua para hablar del cambio de estado sin perder la esencia.


Autora: Paloma Rosado


lunes, 5 de julio de 2010

El poder curativo del dolor

SER REAL/BEING REAL

El dolor, a veces, tiene poder curativo. Para los expertos, puede ser una experiencia transformadora; hay que conectarse con la tristeza.
El dolor causa problemas físicos, emocionales y espirituales. Pero intentar evitarlo trae consecuencias en el largo plazo.
Con la amenaza constante del borrón, la negación, el ocultamiento y los malentendidos, el duelo resiste, firme, en un mundo donde cuesta animarse a trabajar con el propio sufrimiento yentender que la pérdida es mayor cuando no se nombra. El proceso que se inicia con la muerte de un ser querido constituye el cable de conexión más directo con la propia finitud. El duelo no es una enfermedad, pero duele hasta las entrañas. Cíclico -algunos días se está bien, otros mal-, resulta más tolerable cuando se comparte con pares o con seres queridos.
Hijos que pierden a sus padres, mujeres a sus esposos, maridos a sus mujeres, padres a sus bebes, chicos a sus compañeros de escuela... El duelo es diferente en cada caso, peroel ser humano siempre deberá lidiar -según explican las licenciadas Silvia Alper y Diana Liberman, del Centro Especializado en Terapia de Pérdidas (Cetepe), miembro de la Association for Death Education and Counseling (Adec)- con esta idea: "La muerte se lleva lo que no hubo, porque la historia que construimos con la persona que físicamente ya no está siempre queda."

Sueños robados

En un mundo que corre, tapa, reemplaza (se murió el perrito, compremos otro), las frases hechas están a la orden del día: El tiempo cura todo ; Que los chicos no te vean ; Mi abuelito me mira desde el cielo; Mi papá se fue de viaje; Y bueno, vivió mucho y bien, ¿qué más se podía esperar? Sin embargo, "el tiempo cura las heridas, si en ese lapso una persona trabaja para recuperarse; los chicos deben saber que un adulto sufre por el dolor de una pérdida; hay que tener cuidado con las respuestas como la relacionada con el abuelito y el cielo porque esa mirada puede convertirse en persecutoria; lomismo con la idea del viaje, porque un niño puede estar pendiente del regreso -dicen las psicólogas-. Además, la muerte siempre duele, y no sirve pensar que un ser querido ha vivido muchos años para consolarse". Sea cual fuere la causa de la desaparición, el dolor de los vivos "nunca cede si se lo niega".
Por definición, el duelo es "un proceso psicológico normal que se pone en marcha frente a una pérdida, entendiendo ésta no sólo como la muerte de un ser querido, sino como la rupturade un equilibrio que se produce ante la desaparición de un vínculo, una situación o un objeto que nos fortalece y que amamos".
Esta nueva situación crea "una sensación de caos. Causa malestar físico (dolor abdominal, de cabeza, opresión en el pecho), cognitivo, emocional y espiritual. Nos roba los sueños.Lo que creíamos ayer, hoy no se sostiene. Mientras el mundo externo sigue, el propio se detiene", describe Alper.
Pero lo que no debe detenerse es la tristeza, el enojo, la ansiedad que provoca la pérdida: "Llorar es bueno, y la ansiedad mal manejada se enquista. Un 30% de los duelos no resueltos termina en ataques de pánico", dice Alper.
¿Qué significa resolver? El camino del duelo tiene etapas: "En la primera, se trata de aceptar la pérdida: el otro ya no está físicamente. Luego, aparecen diferentes emociones:bronca, impotencia, ansiedad y miedo -relata Liberman, que con su colega trabaja con grupos de personas en duelo-. En una tercera etapa, se piensa en cómo hacer las cosas que hacía la persona que ya no está (por ejemplo, las tareas que tenía asignadas en la pareja) y, si se logra, su autoestima crece.
La última etapa es la de la aceptación de que el otro no va a volver. Aparece la posibilidad de colocarlo en un lugar interno y de hacer proyectos con la vida y los vivos".

Los chicos quieren saber

El duelo puede tornarse complicado cuando, al cabo de un año o un año y medio, las personas no logran construir un mundo propio ni dejar de referirse a la persona que ya no está con ese dolor inconsolable que se siente cuando la muerte recién ha acontecido:"La resolución del duelo no tiene que ver con despedirse, sino conmodificar la relación con el otro encontrando para él un espacio en el corazón -aclaran las psicólogas-. El duelo es complicado cuando la muerte no se acepta y la vida se vive como si el otro continuara vivo".
Con respecto a los niños, "hay que decirles una verdad que puedan escuchar. No es bueno evitar el tema ni llenarlo con ideas como la del viaje, que nada tienen que ver con la realidad".El problema es que, en nuestra cultura, "no hay un acercamiento al tema de la muerte desde la escuela. Ni padres ni maestros saben cómo explicarlo y muchos chicos presentan síntomas que luego desembocan en enfermedades o accidentes porque los mayores tratan de esfumar el dolor pensando que así los benefician".
Ciertos rituales ayudan a sobrellevar el duelo: "Tres chicos de una escuela fallecieron en un accidente. Trabajamos con sus compañeros y decidimos plantar un roble, como homenaje; también armamosuna caja en la que se guardaron recuerdos", cuenta Liberman. Tener a mano una foto con la imagen de la persona que ya no está, y dirigirse a ella con la mirada o la palabra es otro de los rituales que pueden proporcionar alivio.
"Hay que escapar de dos mandatos sociales: la presión para descartar el sufrimiento (mensaje que suelen recibir los deudos), y la propuesta casi maníaca de tener que salir y divertirse porque, al fin y al cabo, La vida es tan corta.. ."
Dijo Sigmund Freud a comienzos del siglo pasado: "La única manera de olvidar es recordar". En otras palabras: la única manera de salir del duelo es entrando en él.

Enfrentar la pérdida

Silvia Alper: "El dolor es tan natural como el amor. Pero nos enseñan a evitarlo, y eso va en contra de la resolución del duelo."

Diana Liberman: "El tiempo cura el dolor si las personas trabajan para recuperarse. Y un duelo es complicado cuando se estanca."

Cómo ayudar a una persona en duelo:

- No consolarla comparando su pena con otras peores, porque la suya es única e intransferible.
- Tolerar su enojo y permitirle llorar.
- No pedirle que olvide. Las personas no deben olvidar, sino encontrar una manera de recordar en paz.
- Respetar que, por un tiempo, no pueda compartir momentos divertidos.
- Evitar decirle: Fue lo mejor que podía pasar , Sé cómo te sentís u Olvidate y sigue adelante .
- Sólo hay que preguntarle cómo se siente hoy.
- Ofrecerle una colaboración específica, como la realización de un quehacer del hogar.
- Abrazarla, tocarla y decirle que se la podrá acompañar en el camino árido del duelo.

Por Valeria Shapira
De la Redacción de LA NACION

martes, 29 de junio de 2010

La Resiliencia


El término resiliencia apareció, en la Ingeniería, para designar la elasticidad de algunos materiales para adaptarse a grandes cambios de temperatura, absorber energía y llegar a deformarse sin romperse. Se calcula en base a la unidad de superficie de rotura.
El término llegó al ámbito de la psicología en la década de los 70 de manos del psiquiatra Michael Rutter que lo relacionó con la flexibilidad social y la facultad de adaptación de los niños a situaciones extremas. También fue utilizado por el neurólogo-psiquiatra Boris Cyrulnik para designar la capacidad de superación de los sobrevivientes de los campos de concentración, de los niños de los orfanatos y las calles y de todos los que superaron unas muy malas condiciones sociales.

La resiliencia, cuando nos referimos a humanos, se define como la capacidad que tienen las personas o los grupos para recuperarse ante la adversidad y, en muchas ocasiones, salir fortalecidos de la experiencia con nuevas habilidades y herramientas personales.
La teoría sobre la resiliencia se asienta en torno a dos ideas generales. La primera es la idea de la luminosidad que se basa en las fortalezas de cada persona, es decir, cada ser humano tiene una serie de características que le sirven para ser resiliente. La segunda idea es la de la diversidad que se centra en las diferencias que hay en la reacción de las personas ante las situaciones difíciles. Ante una situación similar, unas personas se rinden mientras otras se desarrollan con éxito a pesar de las dificultades.

Se ha dicho que las personas nacen o no resilientes, pero la realidad es que todos podemos desarrollar esta facultad, si se trabaja en ello. ¿Cómo? Podemos empezar aprendiendo a valorarnos. Es necesario que nos perdonemos los errores teniendo en cuenta que todo en la vida es un aprendizaje, y que para aprender hay que equivocarse. También es importante nuestra relación con los demás, que sea de mutuo apoyo, por lo tanto, saber pedir ayuda también es primordial para el desarrollo de la resiliencia. Así mismo hay que desarrollar una visión positiva de las adversidades y desarrollar la creatividad.
Todas estas capacidades las podemos desarrollar si iniciamos el camino del autodescubrimiento, de esta forma, podremos conocer cuáles son las facultades que ya poseemos y cuáles deberíamos empezar a fomentar para conseguir nuestro objetivo.

Hay factores que contribuyen al desarrollo de la resiliencia, como por ejemplo, tener relaciones dentro y fuera de la familia en las que se dé cariño y apego. Figuras que proporcionen confianza, estímulos, modelos a seguir y, por supuesto, seguridad. Otro factor que ayuda a este objetivo es la capacidad para establecer metas realistas y hacer los planes necesarios para llegar a ellas. La visión positiva de nosotros mismos y nuestras capacidades hará que tengamos confianza en nuestras fortalezas y habilidades y, de esa forma, no nos paralicemos en la consecución de nuestras metas.
Así mismo, otros de los factores que favorecen el desarrollo de la resiliencia serían las destrezas en la comunicación y en la solución de problemas y la capacidad de manejar sentimientos e impulsos fuertes.
Conociendo estos factores, ¿qué pasos podemos empezar a dar para aumentar nuestra resiliencia?
Establecer nuevas relaciones o mejorar las que ya tenemos hasta convertirlas en vínculos de apoyo mutuo.
Aceptar que todo en la vida cambia, que los cambios son parte de la vida.
Centrarse en las cosas que podemos cambiar.
Desarrollar la confianza en nuestros instintos y capacidades.
Centrarse en visualizar lo que queremos en lugar de preocuparnos por lo que tememos.
Cambiar la interpretación que tenemos sobre los problemas evitando verlos como obstáculos insuperables.
Y lo más importante de todo: cuidar de nosotros/as mismos/as. Prestarnos atención para descubrir cuáles son nuestras necesidades y deseos.

Si tenemos dificultades para poder desarrollar estas facultades podemos pedir ayuda a algún profesional (psicología, coaching...) que nos ayudará a encontrar las herramientas necesarias para conocernos y desarrollarnos como personas resilientes.

sábado, 19 de junio de 2010

“El sentido del sufrimiento es éste: todo sufrimiento generacrecimiento. Nada de lo que nos ocurre es negativo, absolutamente nada. Todos los sufrimientos y pruebas, incluso las pérdidas más importantes, son siempre regalos” (E. Kübler-Ross)

Síntomas que pueden aparecer en un duelo normal


Han sido muchos los estudios que han tratado de estudiar cuáles don las reacciones normales del duelo, pero una de los primeros intentos corrió a cargo de Erich Lindemann en el año 1944 cuando era jefe de psiquiatría en un hospital de Estados Unidos. En ese año se produjo un incendio en una fiesta en la que se celebraba la victoria en un partido de fútbol disputado entre dos universidades. Un ayudante de camarero encendió una cerilla, incendiando sin querer una palmera decorativa, e inmediatamente ardió todo el local y casi 500 personas perdieron la vida.

A partir del trabajo con las familias de las personas que murieron en ese incendio, Lindemann y sus colaboradores escribieron “Sintomatología y control del duelo agudo” (Lindemann, 1944).
Aunque, según algunos autores (Parkes, 1972; Worden, 2004), hay limitaciones en el estudio de Lindemann, aún así sigue siendo un estudio muy importante y citado, ya que hoy en día se siguen experimentando los mismos sentimientos y emociones que entonces.

Los comportamientos normales del duelo los podemos dividir en cuatro categorías: sentimientos, sensaciones físicas, cogniciones y conductas.

Sentimientos: Tristeza, enfado, culpa y autorreproche, ansiedad, sensación de impotencia, shock, anhelo, emancipación, alivio, insensibilidad.

Sensaciones físicas: Vacío en el estómago, opresión en el pecho, opresión en la garganta, hipersensibilidad al ruido, sensación de despersonalización, falta de aire, debilidad muscular, falta de energía, sequedad de boca.

Cogniciones: Incredulidad, confusión, preocupación, sentimiento de permanencia, sensación de que de alguna manera el fallecido aún está presente entre nosotros, alucinaciones visuales o auditivas.

Conductas: Trastornos del sueño, trastornos alimentarios, conducta distraída, aislamiento social, soñar con el fallecido, evitar recordatorios del fallecido, buscar y llamar en voz alta, suspirar, hiperactividad desasosegada, llorar, visitar lugares, llevar objetos consigo o atesorar tesoros que eran o le recuerdan al fallecido.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Manantial de la Risa

Esta es la nueva página web de este grupo de taller de risoterapia llamado Manantial de la Risa.
Han comentado que dentro de poco van a poner un apartado para cuentos y que quién quiera puede enviarles su cuento preferido o especial para colgarlo en la página.
Mañana día 20 a partir de las 12:15 estarán en la Cadena Ser hablando de la risa con motivo de unas jornadas que hay en Leioa.

viernes, 30 de abril de 2010

Beneficios de la Risa

Hoy he estado en una charla cuyo tema era reírse a carcajadas. Junto con el grupo Manantial de la Risa, hicimos unos juegos que nos levantaron el ánimo a todos/as. Al principio un poco tímidos, pero según avanzaba la charla, nos fuimos animando convirtiendo la tertulia en un pequeño taller de la risa.
Pocas veces nos acordamos de un bien tan positivo como es la risa. Sólo tenemos que empezar a reír un poco para que poco a poco acuda a nosotros/as una carcajada limpia y sincera. Sana.
Esta es una cuenta pendiente que tenemos en la actualidad. Volver a reír. Volver a reírnos de todo y de todos, pero sobretodo de nosotros/as mismos/as.

Algunos de los beneficios que tiene reírse:

-Produce endorfinas, por lo que tiene un efecto analgésico
-Elimina el insomnio-Pone en marcha hasta 400 músculos
-Favorece la eliminación de la bilis-Masajea el diafragma favoreciendo la digestión(sobre todo si nos reimos con la "jo")
-Mejora la circulación
-Elimina el estrés
-Se limpian los ojos con las lágrimas que se producen de tanto reír
-Al hacer vibrar la cabeza, despeja la nariz
-Rejuvenece al estirar y estimular los músculos de la cara
-Fortalece el corazón
-Se oxigena la piel
-Se evita el estreñimiento
-Baja la hipertensión
-Refuerza el sistema inmunológico
-Eficaz contra la depresión…¿No es maravillosa la risa?

miércoles, 21 de abril de 2010

Nuestra relación con la muerte

El entierro de San Esteban [Vicente Juan Macip (Juan de) Juanes 1523-1579]

La sociedad ha tenido concepciones muy diferentes de cómo comportarse cuando se ha producido una muerte, y ello se ha dejado ver en las diferentes formas de enterramiento, velatorio, o incluso en el duelo.

Antes de la aparición de la industria, la relación del ser humano con la muerte era muy diferente. Era una relación mucho más cercana en la que los vivos y los muertos compartían un mismo espacio. La poca esperanza de vida y la precariedad y fragilidad de la existencia hacían que la muerte se mostrara más cercana. Se le dio un contenido religioso que dotó a la muerte de un significado consolador, entendiéndose que había que morir para renacer a la vida eterna.

En la Edad Media, las personas esperaban que la muerte no fuera algo súbito, si no que se anunciase, para así poder morir rodeado de los familiares y garantizar las últimas voluntades del moribundo y la distribución de sus bienes, así como un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres. En cambio, la muerte repentina se consideraba algo infame y vergonzoso que impedía ponerse en gracia de Dios, tanto es así que alguna de sus oraciones rezaba: “Líbranos Señor de la muerte repentina”.
En esta época, las personas deseaban participar en su propia muerte, porque era un momento excepcional donde su individualidad adquiría su forma definitiva. Las personas no se consideraban dueñas de su propia vida, si no eran capaces de manejar su propia muerte. La muerte era solo propiedad de la persona.
Por eso, en ese periodo de tiempo y en épocas posteriores, el médico tenía la obligación de anunciar la muerte al enfermo, convirtiendo a la muerte en un acontecimiento en el que participaba, prácticamente toda la comunidad.

Otra de las costumbres compartidas por toda la comunidad era el velatorio. La familia estaba acompañada en todo momento por, al menos, un representante de cada unidad familiar. Algunas de las personas que acudían lo hacían para rezar, pero muchas otras acudían de acompañamiento, por lo que no era raro que charlasen, jugasen o bebiesen café o copas, aunque nunca delante del difunto, como señal de respeto.

Pero las cosas fueron cambiando, y si antes la agonía y la muerte eran etapas de la vida que se compartían con todos los demás, en la actualidad han sido excluidas para ser vividas de una forma en la que se las disimula, oculta y deben pasarse lo más rápidamente posible.

En la actualidad, al contrario de cómo hemos visto en épocas anteriores, la muerte que más se desea es la más rápida y, mucho mejor si ocurre mientras se duerme. Además se silencia, no se habla de ella y se le ha retirado su carácter de ceremonia pública, convirtiéndola en un acto, reservado a los más allegados, que en la mayor parte de los casos tiene lugar en el hospital.
Se ha experimentado una crisis en relación a todos aquellos dispositivos tradicionales que la sociedad empleaba para afrontar la muerte. Este cambio vino dado a partir de que los médicos empezaron a relacionarse con el momento de la muerte.
En un principio, los médicos sólo estaban presentes hasta el instante en el que el paciente era desahuciado, en ese momento el médico se retiraba y dejaba que fuese la familia la que se ocupase de él. Pero, posteriormente, con el invento del estetoscopio se desarrolló la capacidad del médico para establecer el momento de la muerte, lo que convirtió ese momento en una cuestión científica.

Al contrario que en la antigüedad, en los tiempos más actuales, aproximadamente desde los años 40, la muerte se empieza a ocultar, ya que comienza extenderse la filosofía de higiene personal y asepsia, haciéndose más difícil soportar el olor y la visión de la muerte, lo que llevará a cuidar a los enfermos en los hospitales, muchos más higiénicos que sus hogares. Este hecho, unido a la restricción de horarios de visita de amigos y familiares en el hospital, ha alejado cada vez más al enfermo de su hogar.
Pero no sólo han cambiado estos aspectos respecto a la muerte en nuestros días también, por ejemplo, el momento del duelo es distinto. Si antes se compartía con las personas cercanas, y estas ayudaban a hacer del duelo un momento más fácil, ahora la familia esconde el dolor ya que hay un rechazo evidente del mismo por parte de la sociedad, por ser considerado morboso y si se expresa, se puede llegar a catalogar de ataque de nervios o de depresión, siendo aquel que lo muestre un débil de carácter.

Como se ha dicho más arriba, en épocas más recientes se extendió la idea de que el enfermo debía estar en un lugar limpio y aséptico, en el que el paciente pudiese tener una muerte digna o controlar el dolor u otros síntomas que acompañan a las enfermedades. La creación de los “Cuidados Paliativos” fue una consecuencia de este tipo de filosofía.
El objetivo de esta área de la medicina es que los ancianos y los enfermos terminales tengan la oportunidad de pasar los últimos momentos de la mejor manera posible. Si hay una oportunidad para ello, se busca que el paciente tome decisiones junto a su familia sobre aspectos relacionados con el tratamiento de la enfermedad. Así mismo, se trabaja sobre la elaboración de las reacciones del paciente ante su muerte y prepararlo para ello.
El ayudar al paciente a que tenga una “buena muerte” también es importante para la familia debido a que los familiares pueden elaborar el duelo por el ser querido y no desarrollar uno complicado o patológico.

A lo largo de la historia la muerte ha sido vivida de formas diferentes, pero todas las épocas han tenido en común que la muerte se vivía de una forma conjunta, las personas vivían cercanas a la muerte, que se sabía parte de la vida y por eso se compartía con todos, es algo que nos afecta a todos en algún momento de nuestra vidas. Existían rituales que marcaban el fin de la vida de una persona y el comienzo de la vida sin ella, ritos que marcaban cuándo se debía dejar el luto o costumbres en las que la comunidad dejaba ver el apoyo que daba a las familias.
Pero hoy en día todo es diferente, se oculta la muerte, se intenta que esté lo más alejada posible de nosotros. Incluso ni siquiera se quiere aceptar la idea de la vejez, que tan cerca está de la muerte, y se pretende vender en los medios que la felicidad se consigue a través de la eterna juventud. No se puede soportar ver el dolor en los demás, ya que nos recuerda el propio y por ello se dan tranquilizantes a los supervivientes para que no lo muestren.

Pero a través de la filosofía de lugares como los Cuidados Paliativos, se ve que se está empezando a cambiar, de nuevo, nuestra relación con la muerte, volviendo a considerar muy importantes los acompañamientos familiares, para así brindar al paciente una atención integral, en la que se tiene en cuenta a su propia familia.

miércoles, 14 de abril de 2010

Fundación CAN: La Banca Cívica con Haití



Queridos amigos:

La Banca Cívica se moviliza por Haití. El pasado 13 de enero este país sufrió un fuerte terremoto, y Caja Navarra puso en marcha inmediatamente la petición de ayuda, destinando más de 1.330.000 euros. Ahora, en plena reconstrucción, es cuando más necesitan nuestra colaboración, y por ello hemos organizado ‘La semana de Haití’, que tendrá lugar entre los días 19 y 25 de abril.

Durante esta semana, recibiréis en la sede de vuestra entidad una caja en la que encontraréis las instrucciones y el material necesario para colaborar en la recolección de fondos.

Podéis ayudar convocando a vuestros asociados, lanzándoos a la calle… todo lo que se os ocurra. Lo que hagáis tendrá la grata recompensa de contribuir a la reconstrucción de Haití.

Un cordial saludo,
Rosa Jaso Litago

Directora Fundación Caja Navarra

martes, 9 de marzo de 2010

La familia del niño de Amorebieta, agradecida tras hallarlo a salvo en Lemoa

Una patrulla de la Ertzaintza encontró a Iker, de 12 años, en una pista forestal de la localidad después de pasar la noche en una borda de pastores
09.03.10 - 20:37 - ELCORREO.COM / AGENCIAS | BILBAO



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El niño de 12 años desaparecido ayer en la localidad vizcaína de Amorebieta ha sido localizado sobre las cuatro y media de esta tarde en una pista forestal de Lemoa en buen estado de salud. Al parecer, el chico escapó por propia voluntad y han sido los vecinos de la zona en la que ha sido encontrado los que han alertado de su presencia. Gracias al aviso de los residentes, que conocían la descripción del menor difundida en los medios de comunicación, la Ertzaintza ha podido dar con el menor, de nombre Iker, en una pista forestal del barrio Elorriaga de Lemoa, un municipio que se encuentra a unos cinco kilómetros de Amorebieta, según ha informado el Departamento de Interior.
Según parece, el niño ha pasado la noche en una borda de pastores de la mencionada pista, a la que llegó por su propio pie. Sobre las razones que han motivado la fuga del chaval, el coordinador de emergencias del Gobierno Vasco se ha limitado a señalar que "todos con 12 años hemos tenido episodios de cualquier tipo". Un tío del menor, Jorge, ha comparecido ante la prensa tras tener conocimiento del desenlace del suceso para agradecer a todos los que han participado en el operativo de búsqueda, desde Ertzaintza a vecinos, pasando por policía local, Protección Civil, DYA y Cruz Roja, así como a los medios de comunicación, pues la difusión de su imagen y descripción de la ropa que llevaba ha permitido la identificación del joven.
El familiar también ha destacado que el chico "en menos de 24 horas está en casa" y se encuentra hambriento y cansado tras tanto tiempo fuera. "Llevamos desde ayer a las 9 de la noche buscándole, hay mucha gente que no ha dormido, que no ha comido, y queremos descansar, que el chaval se calme y hablar con él", ha explicado.
La desparición
La familia de Iker denunció su desaparición ayer por la noche tras comprobar que el niño no llegaba a casa después de asistir a clase, hacia las nueve menos cuarto de la tarde de ayer. Asimismo, los familiares comenzaron a distribuir un cartel con la fotografía del menor, con sus datos y con los teléfonos a los que avisar. Interior, por su parte, puso en marcha el protocolo de búsqueda en el que han participado todos los recursos de la Ertzaintza en la zona, junto con otros servicios de urgencia como Cruz Roja y DYA, así como numerosos amigos y vecinos, coordinados por un técnico de la Dirección de Atención de Emergencias. En total, alrededor de 300 personas han participado en la búsqueda.
En un primer momento la búsqueda se ha centrado en las campas de Jaureguibarria y en el río Ibaizabal. La DYA señaló que tras una reunión de coordinación, se amplió el radio de acción y se han asignado nuevas zonas de búsqueda: el barrio de Astepe, el de Jaureguizahar, la Margen derecha de la localidad de Euba, los barrios de Larrea y San Bartolomé, el de Boroa y la zona de Autzagane.

La Ertzaintza busca a un niño de 12 años desaparecido ayer en Amorebieta



En el momento de la desaparición el pequeño Iker vestía una chaqueta azul con una franja roja y un pantalón azul marino de pana
09.03.10 - 13:12 -
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Un niño de 12 años de la localidad vizcaína de Amorebieta permanece desaparecido desde ayer, según ha podido saber elcorreo.com. Iker, que así se llama el menor, mide 1,60 m. y pesa unos 50 kilos. En el momento de la desaparición vestía una chaqueta 'Astore' azul con una franja roja y un pantalón azul marino de pana.
Efectivos de la Ertzaintza y de la Cruz Roja se encuentran en este momento rastreando el río Ibaizabal, donde han centrado toda la búsqueda. Han descartado que el niño esté escondido en el resto del pueblo y la familia descarta que esté huido, según ha informado Radio Euskadi.
El menor está desaparecido de su domicilio desde la tarde de ayer, lunes, según ha indicado el Departamento de Interior. La operación está coordinada por el servicio de Atención de Emergencias del Gobierno vasco.
La familia del menor denunció su desaparición tras comprobar que el niño no llegaba a casa después de asistir a clase de inglés, junto a un amigo, hacia las nueve menos cuarto de la tarde de ayer. Asimismo, los familiares han comenzado a distribuir un cartel con la fotografía del menor, con sus datos y con los teléfonos a los que avisar: 618 97 63 71 y 94 630 01 60. Desde las redes sociales, como tuenti o facebook, ya se está solicitando la coloración ciudadana.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El Duelo. Introducción

En general, relacionamos la pérdida significativa con la muerte de un ser querido, pero este concepto es aplicable a otro tipo de pérdidas que sufre la persona a lo largo de su ciclo vital (vínculos afectivos, separación o divorcio, muerte o desaparición de una persona, fases de desarrollo, bienes materiales, identidad personal, sueños y deseos, jubilación, pérdida de la salud, del trabajo, amputación de un miembro u órgano...), y cuya elaboración resulta vital para una buena salud mental. Si bien es cierta la variedad de pérdidas, también lo es que nadie puede saber cómo reaccionará hasta que no se encuentre frente a ella.

Así, cuando hablamos de duelo en general, hacemos referencia al conjunto de manifestaciones emocionales, cognitivas, conductuales y fisiológicas que puede experimentar el ser humano que se enfrenta ante una pérdida significativa.

Por otra parte, el duelo se relaciona con la aparición de problemas de salud ya que aumenta el riesgo de muerte principalmente por eventos cardiacos y suicidio. En el caso, por ejemplo, de personas viudas y durante el primer año tienen un 50% más de probabilidades de morir prematuramente, el riesgo de depresión se multiplica por cuatro, casi la mitad presenta ansiedad generalizada o crisis de angustia y aumenta el abuso de alcohol y fármacos.

De la misma forma, se considera que entre un 10-34 % de los dolientes desarrollan un duelo patológico, quizá por la pérdida de las redes sociales y con ellas de muchos de los recursos clásicos para el doliente (familiares, religiosos, vecinos, amigos, compañeros de trabajo,...). Como expresan muchas personas en duelo, al hacer referencia a esos recursos, si bien al principio han sido de gran ayuda y soporte, a lo largo del tiempo van menguando, lo que provoca que las personas se encuentren poco a poco más solas, agravándose la situación de duelo.

En el proceso de duelo, se puede sentir dolor a nivel físico, psíquico y espiritual; puede doler el pasado, el presente y el futuro, que en esos momentos puede verse incierto. Transitar adecuadamente por un proceso de duelo es imprescindible para el crecimiento personal, ya que las pérdidas van a ser inevitables a lo largo del ciclo vital y, a veces, necesarias para nuestra maduración.
Tras la pérdida, es de vital importancia normalizar la vida lo antes posible y, en este sentido, el proceso de duelo es algo necesario, normal y sano. Sin embargo, si aceptamos el factor cronológico como determinante, en muchas ocasiones, los duelos pueden complicarse, no resolverse y convertirse en algo patológico o crónico y, si esto sucede y la depresión se agudiza y prolonga en el tiempo, es oportuno buscar ayuda profesional.